Durante años fui de los que prefería no mirar la cuenta bancaria. Si había dinero, había dinero. Si no, pues ya me preocuparía entonces. Esto funcionó más o menos hasta que tuve que cambiar de coche y me di cuenta de que no tenía nada ahorrado.
Empecé el programa en septiembre de 2024 sin muchas expectativas. Pensaba que sería la típica teoría aburrida. Pero me sorprendió lo práctico que era todo. En dos meses ya tenía mi primer fondo de emergencia pequeño. Nada del otro mundo – solo 800 euros – pero era la primera vez en mi vida que ahorraba con un propósito claro.
Lo mejor fue entender que no se trata de ganar más, sino de gestionar mejor lo que ya tienes. Ahora tengo un sistema simple que me funciona y no me cuesta mantener.